domingo, 12 de septiembre de 2010

La ética va más allá de la ley: Las aéreas grises en la estafa



En la actualidad, existen diversas empresas que con el afán de obtener mayores ganancias incurren en diversos tipos de estafas y engaños, atentando en contra del patrimonio y la propiedad de sus propios trabajadores, el Estado, sus clientes y el medio ambiente. Es por esto que, constantemente, se están creando diferente tipos de leyes con el propósito de defender los intereses de las personas más indefensas y la preservación del medio ambiente.

Pero, ¿Qué pasa cuando las decisiones de las empresas afectan directamente y en forma negativa áreas que la ley no aborda con el fin de obtener mayores beneficios económicos?

Es en estas decisiones que, en mayor o menor medida, las empresas van a tener que tomar decisiones acerca de que es lo correcto o no. A este estudio de las actividades, situaciones y decisiones de negocios para definir qué es lo correcto y lo incorrecto se le llama “Ética para los Negocios”.

De esta manera, podemos llegar a la conclusión que la ética para los negocios empieza donde termina la ley pero no las decisiones; por lo cual NO existe un consenso definitivo que defina que está bien o que está mal o cómo actuar en determinadas situaciones. Es aquí donde aparece el concepto de “áreas grises”.

Así como hemos mencionado anteriormente, muchas empresas para obtener beneficios económicos extras realizan actos ilícitos. Entre los más comunes se encuentra la estafa, que es un delito que consiste en sacar provecho del patrimonio de terceros a través de engaños y artificios.


A continuación daremos dos ejemplos de áreas grises dentro de estafas comunes:

1. Imaginemos, que existe una empresa distribuidora de dispositivos médicos que fabrica medicinas que no son las adecuadas para el tratamiento humano, ya que tiene muchos efectos secundarios que afectan la salud de los pacientes y no solucionan sus molestias, si no por el contrario empeoran su salud. Y esta empresa, a su vez, vende estos productos a precios muy bajos con tal de ganar más dinero atentando contra la salud de las personas. Ellos están incurriendo en una estafa, ya que se están aprovechando del patrimonio ajeno a través de engaños. Además, la empresa entrega “regalitos” a los médicos para “estimular” que estos receten a sus pacientes las medicinas que la empresa vende para impulsar su marca y aumentar sus ganancias. En esta situación, podemos observar un área gris debido a que no existe ninguna ley que prohíba a la empresa distribuidora entregar incentivos económicos a los doctores; si no por el contrario la decisión es propia del doctor, ya que la decisión va más allá de la ley y por lo tanto es de carácter ético. Por lo cual, el médico es el que decidirá no aceptar este tipo de “regalitos” y de recetar medicinas que si sean beneficiosas para la salud de sus pacientes.



2. Otro ejemplo, es el caso de los concursos que sirven para promocionar productos y marcas; ya que muchas veces están dirigidas a los consumidores finales que participan a través de desembolsos de dinero, pero finalmente terminan siendo personas seleccionadas “a dedo” quienes se adjudican los premios. Esta es otra modalidad de estafa, ya que las personas participan en los concurso pagando dinero para ganar supuestos premios que no existen. A su vez, estos concursos se promocionan bastante a través de televisoras o medios radiales que reciben dinero de parte de la empresa para que transmitan sus publicidades mayor número de veces que la competencia. Estamos, otra vez, frente a un área gris ya que están participando en forma pasiva en la estafa al aceptar transmitir la publicidad de concursos que no son lícitos y atentan contra el patrimonio de los terceros. Es estas situaciones es donde las empresas deben decidir cómo actuar correctamente sin afectar la economía de terceros, aplicando los conceptos de la ética para los negocios.

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